Deambulando por los parques
voy perdiendo las huellas del primer rostro
que me asignaron
No encuentro un fotógrafo que logre
retratar al oculto ser que vive en mí
No confío en ese rostro que se dice mío

Cada mañana me fatiga un rostro
que me deja un sabor a irrealidad
de miedo: es el mío
que me encuentro en los espejos de los baños
en las agencias modernas de turismo
en las vitrinas de tiendas de ropa o perfumes
Es mi rostro y quien menos me afirma

Me detengo en las mañanas
cual ave curiosa entre dos avenidas
y reflejados en las vitrinas veo pasar
todos mis rostros:
los que perdí
los que vendran
Desde mis pies se levanta
otra sombra que no es la mía
Es un momento detenido ausente de mí mismo
El mar de gente cruza alrededor
los ambulantes vociferan a cual más fuerte
los cambistas de dólares detienen el tráfico
miles de rostros me golpean con sus miradas
pero me engaño ninguna se cruza conmigo
La humanidad de esta parte del planeta
desfila indiferente al hombre solo
que se diluye o ve reflejada
su sombra en las vitrinas
que adelanta un pie ajeno en la vereda
que saluda en mi nombre a los antiguos conocidos
Mi cuerpo se desploma en la vereda
se cubre con el polvo de los autos
con billetes con diarios amarillos
y la Sombra festeja
al fin su libertad

La Catedral fantasma lanzaba sus criaturas negras
las campanas volvían al silencio de sus años
Eras un rectángulo azul recortado en la tempestad
Eras así azul y breve
como fragmento de olvidados sueños
El horizonte se llenaba de perros
Los almanaques ocupan los espacios
de las hojas en los árboles
Cerraba cada flor su deseo
cada niña dormia su minuto nefasto
El mundo tenía la forma que imaginabamos
¿Acaso el infante olvidado que fui
devolvía ahora al tiempo
su frágil reloj de arena?
¿Volvíamos a nacer cada mañana?
¿Quién podía saberlo?
Nadie conoce los destinos
de la oscuridad y la muerte
El árbol que plantamos se batía en retirada
En las veredas deslizabánse muchachas mundanas
Las figuras en las ventanas se hacían difusas
Bienvenidas eran las aguas en los prados y jardines
pero mi corazón era un rectángulo azul
mirando el infinito

Soy un ser humano:
Me descubro un hombre de dos manos
dos pies dos orejas dos ojos
Me descubro así
asombrado de lo que me rodea
Me descubro pensando escribiendo
cantando delirando
Nombro lugares colores
sensaciones olores sabores
Nombro pájaros nubes mujeres arboles
¿A quién le habló?
¿Hay alguien ahí al otro lado?
Quisiera creer que al otro lado
pueden escucharme que no estoy solo
¿Existirá al otro lado una mente
que nos entienda?
Con quien hablar de mares orejas
pájaros mujeres
Toc toc suena hueco vacío
toc toc ¿Hay alguien ahí?

Tranquila imagen sostenida
a las 3 de la tarde en la avenida
Un obrero se olvida sus zapatos
y es otro quien los calza
defendiendo su cuerpo al otro lado
Una niña por llorar ve un plátano y su cáscara
en el rostro caído de un transeúnte
quien desde el suelo contempla las señales de mano
de un guardia de tráfico
De pie he perdido mi cabeza
y todo lo que me contiene de esa parte
Sin leer un archivo adivino mi número
la consciencia llega
el hombre despierta
debo irme

Encontré estos poemas, pero bueno hay que saber algo de portugués...buen provecho...

Claros serían los momentos
Las cucarachas nos arrebatarían los jardines
pero quedaba el cielo de cada tarde
Azucena
así cantada así llamada
no invocaré el demonio de mis 15 años
si antes el cáliz de tu gracia poseo
y los sueños que mucho antes me vivían

Ahora soy el dios que así mismo se crea
y cada noche desaparece de la faz de la tierra
Azucena de los altos y bajos cielos
no preguntaré por tus horarios
por el calendario de tus alegrías o tristezas
Te disfrutaré como flor fragmento de cielo
como sueño de verano
Claros serán los días
cuando mi mano dibuje peces en tu espalda

De piel y deseo tus manos llenas
Este octubre llega sin moneda ni certificados
Y los pasos de un ejército de niños
se hacen cada vez más lentos
en los anteojos del anciano que los mira

Un libro por leer mis cuadernos por quemar
Una ventana para huir del hombre
que calza mis zapatos
de la mano que escribe mis cartas
de la sombra desdibujada en mis cuadernos

Ese nombre de mujer en letras rojas
señala la vuelta a lo nocturno
a la ciudad por vivir
Un asiento vacío a tu lado es una silueta
esperando en la avenida o un trasero
detrás del cartel "ocupado"

En la pared insultados vemos nuestros nombres

Cabellos de negra hembra
desenvueltos como sierpes venenosas
Largas pestañas que hincan mi rostro
dibujando signos en la mano que te escribe
Negra mujer
perfume natural de axilas y hormonas

Una puta dos putas se pelean por tu ropa
a la puerta de la avenida
a veintiún años de tu nacimiento
Nada esperan del hombre que enseña modales de conducta
nada del profesor que resuelve problemas aritméticos
nada de quien sella boletos
receta medicinas
nada de quien se cree con derecho

Aceptan una moneda y el semen
de quien las fornica de paso

Planto un árbol para mañana
Un pedazo de ladrillo se me clava al vientre
Un renglon vacío se queda de gaviotas
Escucho la música que acompaña el final del milenio
Mi soledad no tiene nombre o roba
el de las cosas que toca

En oídos por sellar
en muros por demoler dejo mi advertencia:
"Que sepa tus pies lo que hacen tus manos
que sepan tus versos los desenfrenos
de tu loco cuerpo en las noches de Baco"