Deambulando por los parques
voy perdiendo las huellas del primer rostro
que me asignaron
No encuentro un fotógrafo que logre
retratar al oculto ser que vive en mí
No confío en ese rostro que se dice mío
Cada mañana me fatiga un rostro
que me deja un sabor a irrealidad
de miedo: es el mío
que me encuentro en los espejos de los baños
en las agencias modernas de turismo
en las vitrinas de tiendas de ropa o perfumes
Es mi rostro y quien menos me afirma
This entry was posted
on jueves, mayo 15, 2008
at jueves, mayo 15, 2008
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.