Luna: ¿Dónde estarán a estas horas
las criaturas que en verano me invocaban?
¿Dónde sus pensamientos que otrora me
cantaban?
Hay un suspiro en la noche y en las olas
Gaviota: Sus sombras divisé al mediodía
de hermanos fraternos sus pasos
eran flor y risa dioses del parnaso
hermosas criaturas deleite del vigía
Desde este lado del cielo
los esperé con mis alas y promesas
de entregarles su futuro sin sorpresas
un día sus corazones rasgarían el velo
Y serían hijos de la comunión de los
besos
hijos de sus propias manos y cantos
modelados en arcilla y quebrantos
hijos traviesos de sus propios embelesos
Quiso el Hacedor que fuera testigo
esta mañana de las nupcias en el cielo
de dos almas incontenibles en el vuelo
cual infantes en busca de abrigo
y verlos fundirse hasta ser un solo fuego
encontrarse conectarse sintonizarse
ensalzarse devorarse
sin hartarse
aves libres hermosas en un solo juego
Luna: Gracias gentil y vidente gaviota
cruzaré una noche
más la Tierra
acercándome a los
misterios que encierra
cruzaré el
espacio y encontraré la justa nota
para cantar el retorno
a la armonía
para entregarles
mis dones milenarios
mi bendición mi luz
y mis denarios
todo la fortuna
para su nueva travesía
Volveré en un
nuevo giro astral
a ver las espigas de la cosecha
y quiero verlos
creciendo al Sol
prodigándose
siempre el mismo pan
comulgando con
las aves y los latidos
hijos del mismo fulgor
corazones en la misma
fragua
hijos del agua
¡Qué tu
velo de madre estelar
nos cubra
a todos y nos redima!
Texto: Luis
Cabrera Vigo
Imagen:
"Recorriendo Vida" de Alicia Imas
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on sábado, agosto 03, 2013
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Poemas de los Pasos Celestes
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