I
En la botella arrojada
al mar
encontré
una canción de
dragones
y en letras doradas tu
nombre
En esa isla
que aún
tiene atrapada
nuestras almas
dibujo mis pasos cada tarde
mientras en nuestra Ciudad
el Sol juega de travieso pintor
La gaviota
que escuchó
tus confesiones
ahora me mira
pero yo no puedo decirle nada
soy silencio
y mi voz es sólo
la que aparece en el papel
Guardo aún
entre mis tesoros más queridos
el madero que unió nuestros naufragios
De tu retrato
aún penden
aretes de plata
y escotes de oro
y una mirada de Afrodita lunar
Nuestras estatuas
son gigantescas señales
para nuevos desamparados
estamos solidificados
en el intervalo
que va de la ebullición a la calma
y mientras te espero
pruebo nuevamente
la arena
y la madera
que nos recibió a las cuatro de la tarde
en la isla para dos al Este de nuestros costados.
Texto: Luis Cabrera Vigo
Imagen: El Náufrago Gabriel Nista-Argentina
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on domingo, junio 02, 2013
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Poemas de los Pasos Celestes
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