En el viaje al centro de la vía láctea
tus ojos miran siempre al norte
mis manos rinden ofrendas a Virgo
soy el hijo de Aries
y la madre Piscis
aquel hombre del trigo
aquella mujer de los sueños
y las frutas imaginadas
aquel hombre
de greda y piedra
de sombra y viento
de fulgor recondito
de canto antediluviano
sus pasos son de gigante
su voz la escucho detrás de las montañas
aquella mujer
hermana de Penélope
me protege con sus tejidos
de los inviernos de la melancolía
y me prepara infusiones
que alivian las tristezas
Ellos concibieron mi esperanza
mi palabra temprana
el color que destilo al caminar
la paleta de aromas y deseos
para la ciudad que nos cobija
Y ahora cuando el mundo está en la mitad de su existencia
desde tu galaxia
me caes
y eres la divina forma
que rediseña mi dimensión
y de pronto tu paso es mi paso
tu canción es mi voz
tu deseo es mi salvación
tus sueños los signos que faltaban en mi ruta estelar
recién aprendo
a caminar en dirección de Céfiro
y que los días son frágiles alimentos
que nos nutren si los sabemos digerir
esperaré tu retorno
para el impacto sideral
de tu tiempo circular
contra mi espacio suspendido.
Texto: Luis Cabrera Vigo
Acrílico: "Por aqui andabamos ser nube ser galaxia" de Luis Vidal Peguero
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on domingo, junio 16, 2013
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Poemas de los Pasos Celestes
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