Madurando frutas carnosas
Germinando flores en tu vientre oblongo
Participando al cielo
De sus criaturas artificiales
Inundando sus telas de cruel acero
Gimnasta de videos musicales
De bibliotecas herméticas
Consultando libros en orden alfabético
Luces que se encienden y explotan
Por las tardes
Al ocaso perpetuo de tus párpados
Arribar a los espacios sin luz
Naufragando de ida y regreso
Galopar al ritmo de los corazones
Hasta las regiones pantanosas
De los pensamientos no expresados
Sitiar el alma de los mortales
De aquellos mudos seres sin ojos
Arrojarles piedras y palabras
Hasta remover el agua de sus mentes
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on viernes, setiembre 25, 2009
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EL RÍO QUE CRUZA LO CREADO
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