Silvando como Silvio
me acerco estar tarde a la noche
con mi mano alcanzo tu pie
en tus ojos atrapo la mitad de tu alma
en el sueño encuentro la vigilia
en la sombra de un paso
hallaré mi descanso
en este verano que no acaba
también habita el invierno
en el otoño de la vida aún
crepitará
la primavera irrepetible
en el fragmento de cielo del ocaso
arde el fuego naranja de su contrario
en esta canción
se esconde un número
una estrella
un fragor invisible
y deletreado un nombre
en este verso
hay algo de sol y luna
su apogeo y su eclipse
es un juego para detener el tiempo
los breves minutos de la lectura
Lo más hermoso
es que
del hoyo
del silencio atrapé un grito.
Luis Cabrera Vigo
Casa de la Marqueza, martes 31 de Mayo 2011
8.45 pm
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